Donald Trump se convirtió en el sucesor de Barack Obama y, como tal, cuenta con una serie de privilegios que ya tuvo su anterior presidente. Uno de ellos es vivir en la Casa Blanca, y otro, la gran limusina que lo acompañará en sus viajes por carretera durante el tiempo que dure su mandato. Increíblemente fuerte, resistente y provista de los equipos de seguridad más modernos para proteger al presidente, así es la limusina de Donald Trump.
Trump se convirtió en uno de los hombres más poderosos del mundo en el momento en el que tuvo lugar su ceremonia de investidura, en el Capitolio de Washington, pero también se convirtió en el hombre más odiado y probablemente en el más amenazado. De ese modo y como hombre ocupado que es, sus continuos desplazamientos se llevan a cabo en un imponente Cadillac One, denominado “la Bestia”, fabricado por General Motors. ¿Quieres conocer más detalles sobre la que fue la limusina de Barack Obama, hoy día de Donald Trump?
Las excelencias de “la Bestia”
La limusina de Trump es tan confortable como cualquier vehículo de alta gama, aunque se podría comparar con un tanque en materia de protección. Al igual que sucede con la limusina de Vladimir Putin, dispone de un sistema antiincendios, pero además es capaz de resistir ataques bioquímicos, gracias a su interior perfectamente sellado.
El detalle que le hace imperfecto
“La Bestia” no es tan perfecta como parece y ha tenido que ser modernizada, de hecho, se han invertido nada menos que 15 millones de dólares para tratar de mejorar ciertos aspectos. Todo sucedió cuando, en mayo de 2011, el Cadillac One de Obama se quedó atrapado en una rampa justo al salir de la embajada de EEUU situada en Dublín. De ese modo, lo que se trata es de incorporar una suspensión regulable para evitar este tipo de situaciones.
Por materia de seguridad, apenas se tiene información sobre el vehículo, aunque se sabe que la estructura es a prueba de bombas, con una carrocería fabricada con la mezcla de acero, titanio, cerámica y aluminio, y unos bajos convenientemente protegidos con planchas de acero reforzado. Sus puertas son acorazadas y son tan pesadas como las de un Boing 757.
Para defenderse de posibles ataques terroristas, cuenta con armas, cañones de gas y cámaras de visión nocturna. Dispone de botiquín, bolsas de sangre para poder hacer transfusiones de urgencia al presidente, oxígeno y un botón del pánico, que solo deberá ser pulsado en caso de emergencia. Además, el vehículo está preparado para seguir circulando en el caso de que sus neumáticos estén reventados.
Marussia Kortezh, la limusina de Vladimir Putin
Se trata del vehículo blindado del presidente ruso Vladimir Putin, cuyo nombre hace mención al fabricante que lo creó y al proyecto a partir del cual se diseñó. Guarda cierto parecido a “la Bestia”, en cuanto a la seguridad y privacidad del vehículo, aunque su apariencia se inspira en los clásicos vehículos de Rolls Royce.
Su motor ha sido fabricado en colaboración con Porsche y el Instituto de Investigación Científica del Automóvil. Dispone de un botón antipánico, carrocería blindada, sistema antiincendio y equipo sanitario para practicar una transfusión al presidente, de ahí que no exista vehículo en el mundo que guarde parecido, a excepción de la limusina de Trump, aunque muchos creen que el vehículo del presidente estadounidense es superior.